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Las argollas para caballos
En el 2017 la Ordenanza N° 105 establece declarar Patrimonio Histórico Cultural de Saladillo las argollas para caballos que se conservan en el centro de la ciudad.
El proyecto surgió teniendo en cuenta la iniciativa de la vecina Susana Mañana quien acercó a Marcelo Pereyra, integrante del grupo de investigación del Museo de Saladillo y creador del sitio Historia Saladillo, un listado con la ubicación de las argollas para caballos ubicadas en el centro de nuestra ciudad. Las mismas están ubicadas en: avenida Rivadavia, frente a la Pinturería Saladillo, lugar por donde se encontraba el Bar Jujuy; otras dos están en Rivadavia y 12 de Octubre, precisamente donde se encontraba la tradicional Fonda de Angellani; hay dos también en el frente de Molfino Manía, en avenida Moreno, sitio del recordado Bar San Martín; en la esquina de Belgrano y Sarmiento, frente al edificio que fuera de la Tienda Molinari, actuales oficinas de Hacienda, hay cinco más; dos quedan en la vereda de Moreno entre Rivadavia y Mitre, y otras dos en Sojo casi Sarmiento, en una vieja vereda de piedra frente al Jardín Maternal que allí funciona. En San Martín y Estrada, en la vereda de Vialidad, hay unas grandes tapas de cemento a las que se le han colocado estas argollas, para utilizarlas de agarraderas”.
La colocación de estas argollas fue reglamentada a través de la Ordenanza N° 5 que en su artículo 21 establece que “en el cordón de las veredas se colocarán argollas o barras de hierro empotradas en él, con sobresaliente máxima de 6 centímetros, los que serán destinados para atar las caballerías que queden sin conductor”.
“El Argentino”, en su edición del 25 de noviembre de 1915 realiza una publicación ante la falta de cumplimiento de esta normativa. El artículo titulado “Ordenanza que no se cumple” indica que “hemos visto y lo estamos viendo a cada instante que los conductores de vehículos y los jinetes abandonan sus carruajes y caballos en cualquier sitio sin dar cumplimiento a lo que dispone la ordenanza arriba mencionada”. Añade el artículo que algunos cabestros o riendas son atados a los árboles lo que constituye un “atentado a las plantaciones”, los atan a los postes de la luz o teléfono o en caso que queden libres pueden generar daños a los vecinos.
El intendente Esteban Escarrá dispuso que se retiraran a raíz de su desuso.
Por lo narrado, estas argollas son testimonio de un tiempo lejano al actual y su conservación tiene un inmenso valor para las nuevas generaciones.
Fuentes:
Ordenanza N° 105/2017
“Ordenanza que no se cumple”. (25 de noviembre de 1915). El Argentino.