En el 2011, mediante una ordenanza municipal, se declaró Patrimonio la entrada al Cementerio y las bóvedas internas, espacio municipal ubicado en Ledesma y Lópe Serrano. 

Antes de la creación del cementerio local los muertos eran sepultados en terrenos de estancias, cercanos a algún monte, o llevados a los cementerios más cercanos ubicados en Lobos, Monte o Navarro. 

En 1865, fue bendecido el predio “Campo Santo” y una semana después se produjo el primer fallecimiento cuyo cuerpo fue trasladado al cementerio local. El Libro de actas de la parroquia da cuenta que el 6 de septiembre de 1865 el cura párroco otorgó licencia para sepultar el cuerpo de Dominga Cabrera de tan solo 2 meses.

Desde enero de 1868 hasta febrero de 1869 se produjo una de las peores tragedias a nivel comunitario dado que a raíz de la epidemia del cólera falleció un 10% de la población de ese entonces, dado que de 7.000 habitantes que tenía el partido 726 personas fallecieron, según datos oficiales.  

Al llegar al acceso al cementerio, las casuarinas plantadas en 1906 embellecen la entrada a la necrópolis. Esa es una de las medidas adoptadas por el intendente Francisco Emparanza quien dispone una serie de arreglos en el cementerio. En esa época el predio estaba abierto motivo por el cual Ibáñez Frocham presentó un proyecto de pórtico para el cementerio con una estética totalmente diferente al que se concretó años más tarde.

El ingeniero Aldo Ciúfici y el constructor J María García, quienes realizaron el revestimiento de la fachada y la construcción de la mansarda del Palacio municipal, tuvieron a cargo el diseño y construcción del pórtico del cementerio que fue inaugurado el 20 de noviembre de 1931. El mismo es de características monumentales bajo pautas de la arquitectura ecléctica

El cementerio tiene un gran valor histórico y cultural y en él se encuentran bóvedas, lápidas y monumentos de gran relevancia, entre ellos una pieza única del Saladillo Antiguo que es un macetero de grandes dimensiones.

Características

El ingreso al cementerio está dado por un importante frente de características monumentales construido a principios del siglo XX y que como tal responde a pautas de la arquitectura ecléctica.

El cementerio posee importantes obras de valor arquitectónico y artístico y su fachada de dimensión monumental y con dos columnas de estilo griego, es un exponente de una arquitectura rica en valores estéticos y en condiciones edilicias. 

Marcelo Pereyra, integrante del Grupo de investigación del Museo de Saladillo, en el 2018 publicó una investigación que da lugar también a visitas guiadas a este lugar de inmenso valor comunitario. “Se trata de un espacio de elevado valor patrimonial, de contenido histórico, artístico, cultural y religioso, que refleja nuestra identidad. Además de ser el lugar sagrado en donde descansan nuestros antepasados, el cementerio es un sitio de alto contenido histórico por los personajes que allí se encuentran desde los días de la fundación de Saladillo. Posee también importantes monumentos, bóvedas y esculturas de singular belleza”, señala el texto.

En el cementerio se destacan obras de artistas como Camilo Romairone y Arduino Dassatti; figuras históricas como el Gobernador Alejandro Armendáriz o el Comandante Dionisio Pereyra; bóvedas de los constructores Bozzano, De Titta y Pini, los panteones de las sociedades Italiana y Española y múltiples objetos de carácter simbólico.

Fuentes: 

Benítez, Alberto. (2000)Allá lejos y aquí cerca. Cronología histórica de Saladillo. Ed. Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Gráfica Centro.

Mirassou, Verónica. Comp. (2007). Patrimonio histórico, cultural y natural de Saladillo. Secretaría de Cultura, Educación y Derechos Humanos de la Municipalidad de Saladillo. 

Pereyra, Marcelo (2018) Santa Morada de la Esperanza. Grupo de investigación del Museo de Saladillo.

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